sábado, 1 de septiembre de 2012

yoga: Cómo iniciar

Usted puede obtener las cintas de audio o video que dan instrucciones para respirar y enseñar técnicas de relajación en las tiendas naturistas, librerías, y por correspondencia. Es probablemente muy bien para aprender la respiración y la relajación de una cinta o un folleto, pero no trate de los ejercicios de yoga sin un maestro calificado. Él o ella puede hacer las correcciones, advertimos que, cuando sea necesario, y le ayudará a adaptarse plantea, si es necesario.

Se vale la pena para que usted pase un poco de tiempo encontrar un instructor que sea adecuado para usted. Su educador de diabetes o de otro profesional de la salud puede ser capaz de recomendar un instructor de yoga. Obtenga referencias de un instructor de yoga como lo haría para cualquier profesional que desee consultar.


Los instructores de yoga no están obligados a obtener la certificación, pero muchos son, a través de muchos programas diferentes. Pregunte a los futuros profesores si están certificados. Un maestro certificado no es necesariamente mejor que alguien que no está certificada, pero es algo a considerar.El yoga es divertido, saludable y relajante. Es una manera sabia transmitido a lo largo de varios miles de años. Hay poco peligro en el yoga, e incluso un pequeño progreso trae consigo la libertad y la paz de la mente.


Aunque la mayoría de las personas con diabetes pueden hacer ejercicio con seguridad, el ejercicio conlleva algunos riesgos. Para cambiar la relación beneficio-riesgo en su favor, tome las siguientes precauciones:Hágase un examen médico antes de comenzar su programa de ejercicios, incluyendo una prueba de esfuerzo con monitorización ECG, especialmente si usted tiene enfermedad cardiovascular, que son mayores de 35 años, usted tiene presión arterial alta o niveles elevados de colesterol, fuma, o si tiene antecedentes familiares de enfermedades del corazón.


Hable con su médico cualquier síntoma inusual que experimenta durante o después del ejercicio, tales como molestias en el pecho, cuello, mandíbula o brazos, náuseas, mareos, desmayos, o falta de aire excesiva, o cambios a corto plazo en la visión.


Si usted tiene complicaciones relacionadas con la diabetes, consulte con su equipo de atención médica acerca de las precauciones especiales. Considere la posibilidad de hacer ejercicio en un programa de supervisión médica, al menos inicialmente, si usted tiene enfermedad vascular periférica, la retinopatía, la neuropatía autonómica, o problemas renales.


Aprenda a prevenir y tratar los niveles bajos de glucosa en sangre (hipoglucemia). Si usted toma medicamentos orales o insulina, controlar sus niveles de glucosa en la sangre antes, durante y después del ejercicio.


Si ha de tipo I, y su glucosa en sangre está por encima de 250 miligramos por decilitro, revise su orina para detectar cetonas. No haga ejercicio si hay cetonas presentes, ya que el ejercicio aumenta el riesgo de cetoacidosis y coma.


Siempre ejercicios de calentamiento y enfriamiento.No haga ejercicio al aire libre cuando el clima es muy caluroso y húmedo, o demasiado frío.

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